martes, 29 de noviembre de 2016

SIDRERIA BORNAX (VALTIERRA) NAVARRA



Sin duda cuando uno piensa en sidrerías, inconscientemente la mente piensa en un caserío en la Zona norte de Navarra (por ejemplo) pero en esta ocasión os “descubro” para el que no la conozca la Sidrería Bornax de Valtierra, en pleno corazón de la Ribera Navarra.
Ubicada en el polígono del pueblo con amplios ventanales y un más que espacioso comedor, precedido por el bar.




Nada más entrar te recibe Jorge un tipo sonriente. El te explica que funcionan tanto con carta como con menú de sidrería, nosotros  elegimos menú de Sidrería, mis compañeros de #ruraltrip16 lo tenían más que claro.
Sin duda los ojos se te van a la zona del asador, donde en un bancal de madera reposan las piezas de los chuletones, el  oído hacia el chisporroteo de las brasas, el gusto hacia las kupelas de sidra y el olfato a la tortilla que ya preparan en cocina.

Como todo menú de sidrería que se precie, tomamos los chorizos a la sidra que ya ponen en casi todas para que vayas haciendo “hambre” y te ayuden con la sidra que indudablemente empezó a correr al toque de txotx.
Pasamos a la mas que jugosa tortilla de bacalao, después al bacalao con pimientos que estaba riquísimo y la estrella de la noche, el chuletón, en su punto justo, caliente y con toque de sal.
Probamos las alcachofas con jamón, ya que están en temporada y como yo como poca carne roja, para mi fue un tesoro que por supuesto compartí con mis compis de mesa. Estaban tiernas y con una salsita untuosa deliciosa.
De postre sorbetes de cuajada, pastel de queso y queso con nueces…pedimos variado a gusto de cada uno.







Una grata velada que espero repetir y ya sabéis, si vais por la Ribera y queréis coger fuerzas para una buena ruta por Bardenas o recuperarlas, Bornax es vuestro sitio.


Mis compañeros de velada, Monica, Gema, Miguel y Alba...estoy segura que este no sera nuestro ultimo txotx juntos....



miércoles, 16 de noviembre de 2016

FERIA DE LA ALUBIA Y HORTALIZA (CASAR DE PERIEDO) CANTABRIA

 


Hace unos años que descubrí esta estupenda Feria entorno a la Alubia de Casar de Periodo, que se celebra el 3º domingo del mes de Noviembre, desde hace ya 12 años.
Me cautivo desde el minuto cero. Sus calles empedradas engalanadas para la ocasión como si retrocediéramos a los años 40.En aquella ocasión lo disfrute mucho pero tenía claro que tenía que volver y este ha sido el año de mi vuelta.

A pesar de la lluvia, propia del norte y de la época, no faltamos a la cita. Una vez mas pude darme cuenta que todo el pueblo se vuelca con la celebración, ataviados con ropas de antaño, calzando madreñas y con la mejor de sus sonrisas y calidez, te reciben en este pueblo que para mi ya esta señalado en Rojo en el mapa gastronómico.

La reina del evento es la alubia, roja oscura, casi negra diría yo. Puestos y más puestos donde venden esta alubia “morenita“ cogida hace unos días en las huertas del municipio.
Pero también tienen su protagonismo el resto de productos de la huerta como las cebollas, los ajos, pimientos, calabazas…no faltan tampoco los puestos de nueces y castañas o los diversos quesucos cántabros, las anchoas, los licores de mil sabores, y como no los productos derivados del cerdo, lomos, chorizos, morcillas… sin duda es imposible ir sin llenarse de cosas deliciosas.













La artesanía también tiene un hueco en esta feria, por ello se ven los artesanos de la madera haciendo sus creaciones con las herramientas de antes, al herrero, a los ganaderos con sus vacas…las paisanucas en las entradas de la casa cosiendo o limpiando maíz…










Sin duda uno de los puestos que mas me gusta es el del café de puchero, este año además con la lluvia y el frío, apetecía mas que nunca tomar uno de esos humeantes cafés que te reconfortan por dentro y por fuera.


Caminar y caminar por las calles de Casar de Periedo, llenas del colorido de la huerta, de gente, de folclore, hace que el estomago te pida un alto en el camino y nada como degustar el riquísimo cocido montañes que desde el punto de la mañana preparan un nutrido grupo de voluntarios lugareños. La degustación cuesta 3 € y consiste en el pote de barro con el cocido montañes, un bollo de pan, un postre lácteo y los cubiertos.





Sin duda os recomiendo que viváis al menos una vez esta feria, que sintáis el calor de su gente y que probéis sus riquísimos productos.




Prueba de mi visita este año además puede verse en la portada del día siguiente en el Diario Montañes, donde nos “cazaron” degustando en familia, miembro de 4 patas incluido, el riquísimo Cocido montañes.